Antecedentes:
En 2020, la pandemia global por COVID-19 llevó a la necesidad urgente de monitorizar y controlar el flujo de personas en espacios públicos para garantizar el distanciamiento social y la seguridad de todos. En este contexto, uno de los sectores más afectados fue el transporte público, específicamente el ferroviario.
Objetivo:
Desarrollar e implementar una solución basada en inteligencia artificial que permitiera monitorear y controlar en tiempo real el número de pasajeros en trenes y andenes, garantizando así una distribución adecuada y evitando aglomeraciones.
Solución:
Se instaló un sistema embarcado de tipo Edge Computing para dotar a las cámaras con tecnología de reconocimiento visual avanzada en trenes y andenes. Estas cámaras ahora están equipadas con algoritmos de inteligencia artificial capaces de contar personas y detectar aglomeraciones.
Los equipos embarcados transmitían esta información en tiempo real a un centro de procesamiento central, donde se analizaban los datos y se producían informes sobre la densidad de pasajeros y la necesidad de medidas de intervención, como la redistribución de trenes, la apertura de más vagones o la limitación de acceso a ciertas áreas.
Resultados:
- Monitorización en tiempo real: Las autoridades ferroviarias pudieron visualizar en tiempo real la cantidad de pasajeros en cada tren y andén, lo que permitió tomar decisiones informadas rápidamente.
- Reducción de aglomeraciones: Gracias a la información proporcionada por el sistema, fue posible ajustar la frecuencia de trenes y redistribuir pasajeros para evitar aglomeraciones.
- Mejora en la seguridad: Se redujo significativamente el riesgo de propagación del virus entre los pasajeros al garantizar un espacio seguro y con un adecuado distanciamiento social.
- Feedback a pasajeros: Se desarrolló una aplicación móvil donde los pasajeros podían verificar en tiempo real la ocupación de los trenes y los andenes, permitiéndoles decidir cuándo y cómo viajar de manera más segura.
- Adaptabilidad: La infraestructura demostró ser adaptable a otros usos post-pandemia, como la monitorización de la seguridad en general y la optimización del flujo de pasajeros.
Conclusiones:
La integración de inteligencia artificial en la infraestructura ferroviaria durante la pandemia de 2020 demostró ser un éxito rotundo. No solo garantizó la seguridad de los pasajeros en un momento crítico, sino que también ofreció una solución duradera y adaptable para la gestión eficiente del transporte público en el futuro. Es un testimonio del poder de la tecnología y la innovación para abordar desafíos sin precedentes.
